Como última carrera oficial del año 2011 en Chiclana, tiene lugar la séptima edición de este cross que, como comenté en la entrada anterior, llega cargada de polémicas a causa del “borrador” del reglamento del circuito local de carreras populares. Ante este borrador, nuestro club ha conseguido rebajar algunas pautas como la mantención de las categorías y de la liga infantil, así como la posibilidad de inscripción el día de la carrera por el mismo coste. Aún así, la cuota permaneció en 5€, y al desconocimiento de los atletas nos llega que el resto de carreras del circuito serán así, lo cual echa atrás a muchos participantes. Aunque la carrera era benéfica a favor de la campaña “ningún niño sin juguete” no creo que todo el dinero de la cuota fijada para todas las carreras vaya a parar allí. Con una cuota más baja creo que obtendrían lo mismo aumentando la participación.
En mi opinión es excesivo, esto no atrae a la gente, lo cual reflejó en la participación unos 200 atletas menos que en el año anterior, cuando el objetivo nº1 de este circuito es FOMENTAR EL DEPORTE EN FAMILIA (una familia de 4 serían 20€ por carrera “popular”). En fin, participaron más de lo que yo esperaba, aunque no estemos de acuerdo con las condiciones del reglamento queremos correr mientras podamos pagar.
Pasando a lo deportivo, eché de menos en la carrera a varios atletas, principalmente a mi compañero Pereila con el que disputaba puestos del circuito, aunque me animó tras las vallas. Me presenté en el Pinar de Hierro con Periko, que vuelve a correr en Chiclana y con Fran Calle, un debutante con las ganas y la voluntad que muchos quisieran para ponerse en forma. Se diferenciaron distancias y grupos por categorías. Los seniors fuimos segundos en correr una distancia de 9 km (8.610 m según los GPS) en tierra, arena y fango, un recorrido duro de tres vueltas con curvas y pequeñas subidas y bajadas. El ganador de la prueba Senior fue Samuel Gómez del Club Nerja con un tiempo de 28,41 min (a 3,20 el km) seguido muy de cerca por el chiclanero Antonio Jesús Pérez.
En cuanto a mi carrera puedo decir que me he quedado muy satisfecho. Temía que la cantidad de comida rápida del sábado viendo el Madrid – Barsa se me fuera al costado impidiéndome correr. Por suerte no ocurrió. Hice una buena salida, haciendo el primer kilómetro a 3,45 junto a Javi. Avancé bastantes posiciones adelantando incluso a Carlos, que está en una forma tremenda. Evidentemente no me lo iba a poner fácil y se arrimó a mi hasta pasarme al principio de la segunda vuelta. Mi intención ya era aguantar el ritmo y no descolgarme, aunque cada vez lo veía más lejos. Así fue el resto de la carrera, sólo había un tramo que se me hacía muy difícil al subir casi patinando en fango. En las curvas veía como acortaban distancias atletas como Javi y Aguilocho. En varios momentos pensé que me alcanzarían porque estaba “reventado”. Pero el cuerpo puede más de lo que creemos, lo que pasa que es listo y cuando se cansa nos lo hace saber para que paremos. Recordé la hazaña del año anterior cuando tras un gran esfuerzo adelanté en la última curva a David Benítez arrebatándole el trofeo al primer local y pensé que podría repetirlo. En la penúltima curva que nos adentraba a la última recta Carlos aún me ganaba 10 metros y ahí comencé mi sprint. A mitad de la recta me pusé a su lado e intentó evitar que lo pasara, pero cedió y “echando los restos” pude ganarle la posición y volví a conseguir el trofeo local. Acabé muy felicitado por mis compañeros y me animaron en muchos puntos de la carrera, a lo que estoy muy agradecido. Fue una experiencia sufrida pero muy bonita. Pasar la meta por delante de este gran corredor me ha hecho ver que no estoy en mala forma, aunque sé que este atleta tiene mucho margen de mejora, pero intentaré estar ahí cerca. Finalmente el tiempo fue de 32,06 min (a 3,44 el km). 
Mi compañero Periko sigue a la espera de que la suerte se decante de su lado. No sólo debutaba en el circuito, sino que estrenaba en carrera sus nuevas zapatillas Nimbus 13 con la plantilla correctora de su lesión. Estos fueron los posibles culpables que le crearon una ampolla que se “reventó” horas antes de la carrera. No acabó muy contento porque no pudo hacerla como quisiera y se vio aún lejos de la forma que alcanzó en su momento. Hizo un tiempo de 41,35 min (a 4,50 el km). A éste hay que recordarle que la paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
Quiero hacer también una especial mención a Fran Calle. Se está habituando a los entrenamientos y muy pronto está notando sus mejorías, que aún no pueden preverse hasta dónde pueden llegar. Era una carrera dura para estrenarse y la pasó con nota en 40,10 min (a 4,40 el km). Asustado antes de empezar por ver al resto de atletas muy bien equipados sólo tuvo que comenzar a correr para disfrutar y así fue. Todo muy gratificante para él y deseando volver a correr. Personalmente me alegra ver que a alguien le ha ocurrido lo mismo que a mí cuando empecé. La serotonina es la sustancia que segregamos cuando nos “enganchamos” a las carreras. La próxima semana pretendemos correr en una carrera popular gratuita en Algeciras. Espero no aburrir mucho, que veo que cada vez me extiendo más. ¡A correr!
Como ya viene siendo tradicional, el Club Atletismo Chiclana organiza un evento no competitivo en el que participaron alrededor de 60 atletas. El punto de concentración fue la Plaza de las Bodegas, donde se instaló la nueva carpa del club. Desde alli partió el recorrido de unos 6 km por diferentes puntos de la ciudad, destacando la eterna rotonda del Santo Cristo, la Iglesia Mayor, el campo del Chiclana C.F. al que saludamos mientras entrenaban, y principalmente la calle La Vega, en la que nos arroparon multitud de chiclaneros. Un paseo muy agradable, con buen ambiente, con canciones y gorritos navideños, y con el calor de los espectadores de la ciudad. Para finalizar, en la carpa del club se invitó a todos a unos vinitos, naranjas, turrones y polvorones. ¡Que esto siga así, que va por muy buen camino!
