III Carrera Pinar de los Franceses

Calor, viento y cuestas fueron las palabras más repetidas entre los corredores al finalizar esta carrera de 7,2 km en un recorrido de 3 vueltas entre calles del barrio y del sendero de la pinaleta.

En un principio sonaba que habían más de 700 inscritos aunque apareció algo mas de la mitad (460 entraron en meta). Es verdad que hubo varios que tuvieron que retirarse. Fue una salida rápida, lo cual se está poniendo de moda y muchos lo pagaron caro. Algo semejante me ocurrió el año pasado al sufrir la última vuelta, por lo que comencé con calma cediendo los puestos que fueran necesarios tras colocarme en una buena posición tras la salida. Gracias a este planteamiento pude terminar con gran energía, adelantando a un buen número de corredores en la tercera vuelta y llegando a tope. Me quedó la cosa de que quizás debería haber apretado antes para alcanzar una mejor posición debido a que no llegué cansado como en otras ocasiones.

En la cabeza de carrera el gijonés Borja Jerónimo García se impuso ante el gaditano José Ruiz y el chiclanero José Luis Baro con un tiempo de 22,40 min (a 3,09 el km).

Mi tiempo fue casi repetido al del año anterior, 26,38 min (a 3,42 el km), tan sólo he bajado una décima, pero como e comentado antes, las sensaciones han sido mucho mejores. También ha tenido que ver el planteamiento de mis entrenamientos, ya que fueron fuertes hasta el lunes y con muchísimo descanso el resto de los días para llegar con fuerza y que no me ocurriese lo mismo que en la carrera anterior. Como dije y sigo diciendo "en todas las carreras se aprende algo nuevo".

Mi compañero Periko, a pesar de haber entrenado poco por sus molestias en el gemelo, también tuvo muy buenas sensaciones. Tomó de referencia a compañeros del club como Ramón Meléndez y mantuvo su sitio durante todo el recorrido y haciendo un tiempo más rápido del que esperaba. Esto es un punto positivo en una fase de recuperación. Su tiempo fue de 32,40 min (a 4,32 el km), mejorando en 46 segundos su tiempo de  2010.

Por último, decir que se agradecieron los manguerazos que nos dieron algunos vecinos del lugar. En esta última foto, nuestro amigo ciclista Antonio Caro le echó un chorrito de agua a Periko que estoy seguro que le dió vida, jeje.